Aristóteles creía que existían cuatro tipos de autoridad: la del padre sobre el hijo, el marido sobre la mujer, el amo sobre el sirviente, y el rey sobre los súbditos. La diferencia entre estos tipos de autoridad no es la cantidad de autoridad que se tenga, sino la naturaleza y relación que haya entre el que manda y el que obedece. Aquellas formas de autoridad planteadas por Aristóteles han ido evolucionando a través de los años de la siguiente manera:
Padre sobre hijo: Aunque no parezca, este tipo de autoridad ha evolucionado, ya que con el pasar de los años las mujeres han ido tomando conciencia de su verdadero valor y la gran fuerza que las caracteriza, es por eso que ahora el que tiene autoridad sobre el hijo no es solo el padre, sino también la madre.
Marido sobre mujer: Esta autoridad ha ido desapareciendo en muchas partes del mundo gracias al poder femenino, que se cansó del sometimiento en el que se encontraba por los
y buscó su libertad. Ahora el matrimonio no es considerado como una unión donde el hombre se vuelve dueño de la mujer, sino como una unión espiritual, donde dos almas se unen por amor, sin dejar de ser libres.
Amo sobre sirviente y rey sobre súbdito: Este tipo de autoridad evolucionó tanto que muchos creen que ha desaparecido, pero no; se ha transformado y hoy en día la conocemos de otra manera, como autoridad del jefe sobre el empleado. Es muy similar a la autoridad que se ejercía sobre los sirvientes y súbditos, solo que en este caso se respetan los derechos y deberes de cada uno. El empleado es totalmente libre, pero debe cumplir ciertas tareas asignadas por el jefe y por las cuales recibe un pago, ya sea diario, semanal, quincenal, mensual o anualmente.
En general las formas de autoridad impuestas por Aristóteles fueron cambiando al pasar de los años, pues con el tiempo se generan muchos cambios en la sociedad que luego se acoplan a cada tipo de autoridad.