top of page
  • Orlando José Arenas Ameida

Los cuerpos celestes

Hola lector. Nos encontramos en un espacio vacío, y si no estoy mal, es tu mente ¿no? Aunque probablemente eres un lector imaginativo y este espacio no debería estar vacío. Necesito que me demuestres esa creatividad y la utilices ¿sabes por qué? Pues porque el viaje que iniciaremos no se puede atravesar en avión, es un viaje imaginativo. Si es entretenido o aburrido, eso lo decides tú, yo soy solo un narrador en tu cabeza ¿verdad? Pues vale, empecemos, querido Cosmo-imaginativo-nauta. Bueno, supongo que alguna vez siquiera te has preguntado qué es el cosmos; si no, te invito a que pares de leer esto y vayas y te informes porque te veo grave (con cariño, claro). Bueno, resulta que decidí entrar en un concurso de vanguardia y me tocó un tema interesante, se llama Los Cuerpos celestes; desde luego no hablamos de cuerpos azulitos, ¿o quizás sí? Quién sabe, lo iremos resolviendo. En teoría, los cuerpos celestes son todo tipo de objetos también llamados entidades físicas que han sido científicamente aceptados y comprobados como reales, en esta lista entra toda entidad física que pueda existir en el cosmos. Pero te preguntarás ¿qué es el Cosmos? Bueno, para explicarte correctamente qué es el Cosmos debería tomar unas cuantas sesiones de charla con el creador de este, ya que ni la ciencia más exacta nos puede explicar de forma acertada qué es el Cosmos, también por ahí lo llaman universo, le digo Cosmos para sonar más científico querido lector, no vayan a decir que uno no es serio. Pero te lo puedo explicar como el conjunto de todo lo que existe, digamos el espacio donde existe de forma continua el mundo físico y la realidad misma, lo que llamamos “todo”, difícil de explicar, pero más fácil de entender ¿no?

Bueno, el caso es que este “todo” debe estar lleno o formado por algo, ese algo, ese material que “decora” el gran salón del Cosmos son los cuerpos celestes, llámense planetas, estrellas, agujeros negros, galaxias, supercúmulos, nebulosas; mejor dicho, imagina el salón de tu casa (debe ser muy bonito claro, mis lectores tienen buenos gustos, si no, no estarían leyendo esto) y piensa que esa vieja repisa de la tía Ana es la Vía Láctea, la mesa de todos los días es una enana blanca (no tu compañera de taller) y la silla del primo Carlos es un agujero negro (porque parece que come y come y no da muestras de tener fondo). Todos estos objetos conforman nuestra sala, como los cuerpos celestes conforman el Cosmos. Así muy fácil entender los rollos de la astronomía sin enredarnos ¿no te parece? La ciencia no es algo difícil querido lector, o no debería serlo, pues algo que nos ayuda a entender otra cosa más grande no puede ser más complicada ¿no? Porque si no, ¿cuál sería la practicidad de la ciencia? Sería loco pensar que la solución es más difícil que el problema. Piénsalo, querido lector.

TEXTO POR ORLANDO JOSÉ ARENAS.

38 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page