Al comienzo fue como si un miedo llenase mi interior, con solo pensar que esto podría ser el fin del mundo; mi esperanza de tener el futuro que deseo, se perdió entre todos mis pensamientos negativos. Tal vez no sería el fin del mundo, pero sí el fin de mi mundo.

 

Intenté a buscar cosas buenas sobre lo que estaba pasando, pensaba que tal vez era la tierra pidiendo un cambio, o tal vez solo era algo que todos merecíamos. Siempre me han gustado las películas de terror, solo que nunca esperé vivir en una, o las princesas de las películas que esperan encerradas en alguna torre o castillo hasta que algún día venga su príncipe azul a rescatarlas, pero no soy una princesa y no hay un príncipe azul.

 

Mis pensamientos se mezclaron demasiado, no sabía ya qué pensar sobre esto... supongo que el hecho de que vivo en un campo con un gran espacio verde me da la ventaja de salir a respirar, ver el sol, el cielo, caminar. Pero lo que temía no era estar encerrada, era tener que conocerme más a mí misma, ya que de ahora en adelante era la persona que más iba a tener que escuchar, ver y, de alguna manera, cuidar.

 

Lo voy a admitir, al comienzo fue duro, me sentía como una loca hablando conmigo misma,  descubría cosas que tal vez había descuidado de mí un poco, y no me refiero al físico, sino a mi salud mental. Por estar ocupada y ayudando a otros con sus problemas, me olvidé que yo también tengo muchos de ellos, tal vez hasta peores que los de mis amigos, ya que los míos se habían convertido en una bola de nieve que silenciosamente se volvía más grande. 

 

Llego, un día en el que decidí finalmente enfocarme más en mi futuro, dónde estudiaría, qué sería, qué esperaba de mí, soñar en grande. Pero volvía a ver mi alrededor, las noticias, las muertes, y mis sueños empezaban a decaer. No pude dormir, comer o simplemente respirar bien por una semana, sentía que el mundo se me venía encima y ya no tenía poder para sostenerlo. Busqué una distracción, empecé a escuchar música que siempre me había llamado la atención, empecé a dibujar otra vez, a hacer postres y cocinar el almuerzo, ver películas viejas y pensaba cada día “definitivamente nací en la época equivocada, yo pertenezco a los 80’s o 70’s o hasta los 50’s”, mi papa opina lo mismo sobre mí, mientras mis amigas están en cuarentena escuchan Bad Bunny o Maluma, yo escucho Chuck Berry, Sister Theresa Tharpe o Elvis. Supongo que he descubierto que mi gusto es muy distinto y que me gustan más las cosas fuera de esta época, a lo que vengo con esto es que he tenido la oportunidad de conocerme más, y que eso es bueno. Ahora solo queda esperar cómo será esta nueva era, ya que si el mundo empezó desde cero y tuvo este cambio tan drástico ¿por qué yo no?

 

Es seguro que las cosas van a cambiar, cuando las personas dicen “cuando esto vuelva a la normalidad…”, las suelo corregir ya que esto no va volver a la realidad, esto no es una película donde simplemente estés esperando los créditos y después todo es como antes, no, esto es la nueva realidad y creo que si aprovecho lo que queda de encierro podré estar lista para ella.