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Se siente como un sueño.

Angélica Osorio Tamayo 10º

Una pandemia mundial, ¿quién iba a pensar que algo así nos iba a pasar a nosotros? Desde siempre hemos visto este tipo de eventos en libros de historia y ahora seremos parte de ellos y no por una buena razón, lastimosamente.

 

Yo recuerdo cuando todo esto comenzó, oyendo historias desde noviembre sobre un virus con nombre gracioso, que había en China, pero nadie le prestó atención, ni siquiera yo, y pensamos que sería una noticia más. Nunca imaginándonos que llegaría a Colombia, ni que se esparciría por el mundo entero matando a tantos.

 

La gente sigue sin creer que esto de verdad está pasando, no se ponen el tapabocas, no se cuidan y no respetan la cuarentena ni el distanciamiento social y ese tipo de comportamiento es bastante ignorante y es el tipo de pensamiento de una persona egoísta, porque tener la mentalidad de “eso es mentira” no quiere decir que no esté pasando, no quiere decir que la gente no se esté muriendo.

 

Mi hermano empezó con esa mentalidad, él no creía, él nos decía que iba a tomar las precauciones, pero luego no se ponía el tapabocas ni se desinfectaba cuando entraba a la casa, entonces decidí tener una charla con él y dejarle claro que si a él no le importaba su salud, que pensara en mi mamá y en mí. Desde ese momento comenzó a tomar todas esas precauciones que le parecían tan ilógicas, su mentalidad cambió porque dejó de pensar solo en él y comenzó a pensar en nosotros.

 

Últimamente he notado que todos parecemos tenerle un tipo de rabia al coronavirus, le tenemos rabia, nos afecte directamente o no, le tenemos mucha rabia, porque no lo podemos controlar, porque como humanos y como sociedad queremos controlarlo todo, el virus no nos deja salir, no nos deja ver a nuestro seres queridos y  nos ha quitado nuestra rutina diaria, que puede que a veces no nos guste, pero en estos momentos sí que la extrañamos; ahora nos tenemos que acostumbrar a un nuevo estilo de vida, este cambio se sintió como si hubiera sido de la noche a la mañana y es una experiencia muy surreal. Yo pienso que, de cierta manera, también es una manera de evolucionar para el mundo, pues, adaptarse es sobrevivir.

 

Personalmente no he tenido ningún tipo de experiencia con el COVID-19, no conozco a nadie infectado ni he perdido a nadie a causa de este, pero eso no quiere decir que no me afecte ver lo que le pasa a otras personas y lo que pasa en el mundo, me rompe el corazón el número tan increíble de personas desempleadas y de muertos que creó este virus aquí y en otros países; este virus ha traído muchas pérdidas, de los infectados y de los que tratan de salvarlos, lo mínimo que podemos hacer las personas que no estamos siendo directamente afectados es cuidarnos y cuidar los que están a nuestro alrededor, seguir las normas de bioseguridad y así les damos tiempo a los que están buscando la vacuna. Y por eso creo que está en manos de cada uno de nosotros el sobrevivir a esta pandemia. Esto no es un sueño, es la vida real.

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