Aprendí a...
Juana López Tobón 10º
Al principio, cuando me dijeron que íbamos a empezar cuarentena, lo primero que se me ocurrió fue “no, seguro no va a ser muy larga” pero, aun así, pensé que me iba a desesperar demasiado y que me iba a aburrir mucho en mi casa, ya que yo vivo en un apartamento relativamente pequeño.
La primera vez que aplazaron la cuarentena, yo estuve muy tranquila porque sabía que eso iba a pasar, los fines de semana hablaba con mi psicóloga que lo único que me decía, era que estaba sorprendida de lo tranquila que yo estaba, sabiendo que sufro de ansiedad.
Durante marzo y abril estuve muy entretenida, la verdad siempre encontraba algo para hacer, es más, he aprendido a cocinar demasiado porque lo disfruto bastante, aunque suene raro, aprendí a tender mi cama diario, la verdad nunca lo hacía diario, pero ahora que me mantengo en mi cuarto la mayoría del día, decidí que ya era hora de ser más organizada, también aprendí a hacerle aseo a mi casa, ya soy una profesional lavando platos, ropa y barriendo.
En mayo todo empezó a cambiar, de la nada me empecé e sentir muy triste y a extrañar demasiado a todas mis amigas, a mi familia, salir a comer algo o ir a cine. Cuando le conté esto a mi psicóloga, ella me dijo que eso era normal, que tarde o temprano iba tener ese sentimiento, ya que las personas estábamos diseñadas para vivir en compañía.
Me siento agradecida de no ser hija única y tener una hermana mayor con la que también puedo compartir, aunque hay días que me dan ganas de tirarla por el balcón, porque no me la aguanto.
En cuanto al estudio, en general me ha ido muy bien, he sido muy organizada con la agenda y mis exámenes, pero extraño demasiado ir al colegio, porque, aunque esta metodología no cambió mucho a la hora de ser virtual, extraño a mis amigas, a los tutores y el ambiente.
En conclusión, siento que la cuarentena no me ha parecido tan horrible, no hubo demasiados cambios en mi vida, sé que todo esto es por nuestro bien y espero que todo vuelva a la normalidad en el momento indicado.