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Ambiente de incertidumbre.

Simón Corrales Builes 10º

El día en que nos informaron que no volveríamos al colegio durante un largo periodo de tiempo era un viernes. Normalmente los viernes eran unos días en los que estaba muy contento, pues casi siempre salía después del colegio a pasar tiempo con mis amigos o mi familia, en general solía divertirme mucho. Pero ese viernes en lugar de felicidad, se tornó como en un ambiente de incertidumbre, de no saber cómo iba a funcionar.

 

Esa misma semana empezó la Cuarentena Nacional, por lo tanto, nos debíamos quedar en casa, solamente los adultos podían salir por cosas esenciales, los menores no podíamos salir de ninguna manera. Ahí fue cuando la incertidumbre aumentó aún más.

 

La semana siguiente empezaron las tutorías virtuales, y aunque en un principio sentía como si fuera algo distinto, e incluso divertido, al cabo de un par de semanas ya extrañaba estar en el ambiente del colegio, compartir con los amigos y más.

 

No estaba para nada acostumbrado a tener que estar encerrado en la casa. Me informaba por internet de como los casos del virus iban aumentando, pero también me encontraba con personas que vivían del día a día, lo cual representaba para ellos no poder trabajar y por ende no tener que comer. Esto me tocó profundamente el corazón. Comprendí que mi situación no era más que un capricho. Como podía yo quejarme por no poder salir con mis amigos cuando había gente que estaba o sufriendo por el virus, o muriendo de hambre por no tener dinero con que comer.

 

Con el paso de las semanas entendí que debía mirar la situación de una buena manera, debía, por lo contrario, estar agradecido por el mero hecho de tener comida y un hogar en donde estar seguro y protegido. Aprendí de la importancia de compartir más tiempo con mi familia.

 

Ahora que anunciaron la apertura gradual de la economía del país, también anunciaron que los jóvenes podemos salir un tiempo limitado a la semana. Yo por mi parte intento quedarme en mi casa cuidándome a mí, a mi familia y a mi país, pues gracias a dios no tengo la necesidad de salir de mi casa.

 

Como estudiante espero ansiosamente el día en el que pueda volver a mi colegio, sin embargo, trato de tomarme estos días de virtualidad con todo el entusiasmo y las ganas de aprender. Espero que logremos todos salir en alto de esta situación que ha sido más complicada para unos que para otros.

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